Reflexiones, notas y recursos sobre el idioma español. Análisis del discurso. Corrección. Edición. Etimología. Lectura y escritura. Lingüística. Lunfardo. Neologismos. Publicación digital. Spanglish. Traducción. Variedades de español.

Entradas etiquetadas como ‘Spanish’

XII Congreso de la Sociedad Argentina de Lingüística (S.A.L.)

XII Congreso de la SAL

Bicentenario: la renovación de la palabra

6, 7, 8 y 9 de abril 2010, Mendoza, Argentina

Facultad de Filosofía y Letras – UNCuyo

Incihusa (Instituto de Ciencias Humanas, Sociales y Ambientales)

Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de la República Argentina)

PLENARISTAS

Dr. Jean-Pierre Koenig (State University of New York, Buffalo, USA)

Dra. Victoria Escandell-Vidal (UNED, Madrid, España)

Dr. Guillermo Rojo (Universidad de Santiago de Compostela, España)

Dra. Silvina Montrul (University of Illinois, Urbana-Champaign, USA)

Dr. Giovanni Parodi (Universidad Católica de Valparaíso, Chile)

Dr. Manuel Leonetti (Universidad de Alcalá, España)

Dra. Nicole Delbecque (Katholieke Universiteit Leuven, Bélgica)

Dra. Eva Stoll (Universität München, Alemania)

COMISIONES

  • Fonología
  • Sintaxis
  • Semántica y Pragmática
  • Análisis del Discurso (escrito y oral)
  • Discurso Político
  • Adquisición de la Lengua (Primera y Segunda)
  • Sociolingüística y Dialectología.
  • Didáctica de la Lengua
  • Lingüística Aplicada
  • Lingüística Computacional
  • Historia de la Lengua
  • Lenguas Aborígenes
  • Filosofía del Lenguaje
  • Lexicología y Terminología
  • Historiografía Lingüística
  • Lingüística Cognitiva
  • Gramática Generativa
  • Neurolingüística

Hasta el 15 de diciembre se encuentra abierta la recepción de resúmenes de ponencias.

Más información aquí.

Información turística sobre Mendoza:

Portal del Ministerio de Turismo de Mendoza (en español, inglés y portugués)

Portal Welcome Argentina

Sin palabras

El blog Addenda & Corrigenda ha publicado una serie de artículos en torno a la reciente aparición de la Nueva Gramática de la Lengua Española.

Allí, me enteré de que:

Maradona: Su libro Yo soy el Diego figura en la nómina de textos citados. En concreto, porque el futbolista argentino emplea en él el término jueza.

Me pregunto: ¿no tenían otra fuente para avalar el uso de la palabra ‘jueza’, tan extendido en la Argentina?

¿Será una estrategia de mercado?

; )

Espanglish

Sorteaba canas.
La rufa likeaba.
Vacunaba la carpeta.

En el artículo «El español en Estados Unidos» -tomado de El español en América. Contactos lingüísticos en Hispanoamérica, Ariel, 2008 y publicado en la Revista CTPCBA, Nº 91, mayo-junio 2008- el Dr. Joaquín Garrido indica que Estados Unidos podría convertirse en el primer país hispanohablante dentro de cincuenta años. Según el U.S. Census Bureau, los hispanos (término que engloba a todos aquellos cuya lengua materna es el español/castellano) sumaban 44 millones en el 2006, constituyéndose en la minoría más numerosa, y se estima que para el 2050 habrá 102 millones. Esta explosión demográfica repercute necesariamente en el paisaje lingüístico.
Del contacto entre lenguas germinan lenguas híbridas, ya sea en zonas de frontera -como el portuñol (también llamado portunhol o portanhol, mezcla de español y portugués)- o en lugares que reciben inmigrantes -por ejemplo, el cocoliche (que surgió en el Río de La Plata cuando los inmigrantes italianos mezclaban su lengua con el español). Estas lenguas se caracterizan por no ser lenguas nativas, responden siempre a la necesidad de comunicación entre hablantes de diferentes idiomas, uno de los cuales se encuentra en ‘desventaja’ y debe ‘adaptarse’ al otro.
Los hablantes de español que intentan comunicarse en inglés utilizan el espanglish, una ensalada de términos del inglés adaptados a la fonética del español. Las estructuras sintácticas suelen ser las del español o, al menos, aquellas que operan en ambos idiomas (recordemos que ambas lenguas son SVO, es decir, su estructura típica es Sujeto-Verbo-Objeto). Un fenómeno diferente es el de la interferencia del inglés, ya sea en el aspecto léxico o gramatical, que intoxica muchos textos escritos en -o traducidos al- español. Las consideraciones sobre el espanglish son varias: una lengua en sí misma, un dialecto, un pidgin, una interlengua de quienes están aprendiendo inglés… Como en todo asunto controvertido, apocalíptico e integrados por doquier. La misma denominación de esta mezcla de dos lenguas imperiales resulta problemática: ¿spanglish, espanglish, espanglés? En su ponencia durante el congreso ‘El Español en los Estados Unidos’, Emilio Bernal proponía la denominación espanglés, que revierte el orden de prioridad de las lenguas.
Ilan Stavans, autor de Spanglish: The Making of a New American Language (HarperCollins 2003) (que incluye una compilación de más de 4500 palabras en espanglish y una traducción del primer capítulo del Quijote al espanglish), decía en una entrevista que hay diversas variantes del espanglish. El flujo de personas a través del río Bravo ha dado lugar a una de ellas: el chicano. El chicano ya tiene su propia literatura, producto de los denominados hyphen writers (expresión difícil de traducir ya que hyphen es el signo ortográfico del guión que se utiliza en inglés para unir dos palabras y que hace referencia a la naturaleza bi-lingüísitia y bi-cultural de estos escritores). Imperdible la obra Caramelo de Sandra Cisneros. El espanglish se expresa también en la música: las letras de Calle 13, el duo puertorriqueño que grabó -entre otros- con Bajofondo Tango Club y Vicentico, y Aventura, un grupo de dominicanos asentados en Bronx y luego en Nueva York, son un buen ejemplo:

Préndete, sácale chispa al estalter
Préndete en fuego como un lighter
Sacúdete el sudor como si fueras un wiper,
Que tu eres callejera*, street fighter.
(…)
Ahora nena quieres tu zipi,
No importa si eres rapera o eres hippie
Si eres de Bayamón o de Guaynabo City
Conmigo no te pongas picky
Esto es hasta abajo, cójele el tricky

De Atrévete. Calle 13

Previsiblemente, el uso del espanglish en las manifestaciones artísticas enlaza con las dimensiones socio-políticas de las lenguas.

Para ir cerrando esta nota, les dejo unas palabras de Mario Vargas Llosa en ocasión del premio Don Quijote:

«[El español] es la lengua de quien quiere apropiársela. No tiene fronteras: es mexicana, peruana, castellana, estadounidense… No olvidemos que hay más de 40 millones de hispanohablantes en Estados Unidos». ¿Algún riesgo de disgregación víctima del spanglish? «Ninguno. La revolución de las comunicaciones ha afianzado la unidad del idioma. Eso sí, contribuye también a que se pierdan los colores, acentos y tonos particulares. Hoy los españoles usan venezonalismos y peruanismos que escuchan en la televisión sin mayor problema».

Para seguir leyendo:

  • «The Meaning Of Spanglish: What Happens When Two Languages Become One?», entrevista a Ilan Stavans, publicada en revista Newsweek, 18 de septiembre de 2003.
  • How Spanglish Works por Tracy V. Wilson
  • Entrevista a Ilan Stavans (en inglés).
  • Ilan Stavans: eight conversations por Neal Sokol, en google books.
  • El «espanglés» en las noticias por Emilio Bernal Labrada.
  • Betanzos Palacios, Odón: El español en Estados Unidos: problemas y logros. Ver aquí
  • Fernández, Roberto: La subversión del inglés. Ver aquí.
  • Moreno Fernández, Francisco: El espanglish en la palestra. Ver aquí.
  • Restrepo, William: El español en Estados Unidos. El poder que ejerce la minoría más grande: el hispano. Ver aquí.
  • Lista completa de artículos sobre el tema del español en Estados Unidos publicados por el Instituto Cervantes
  • El No. 91 de la Revista del Colegio de Traductores Públicos de la Ciudad de Buenos Aires (CTPCBA) está enteramente dedicado a la lengua de Cervantes (se puede descargar la versión en PDF aquí).
  • Para una lista de la bibliografía sobre espanglish/spanslish ver este sitio.
  • Para conocer las tendencias de crecimiento del español, ver este informe.
  • Para conocer las estadísticas sobre la población hispana y latina en EEUU, ver el sitio del U.S. Census Bureau.
  • Para descargar el informe «La edición en español en Estados Unidos: estado actual, retos y dificultades», realizado por Ediciona, ver aquí.
  • «DE LENGUAS Y FRONTERAS: EL ESPANGLISH Y EL PORTUÑOL» por Francisco A. Marcos-Marín en este sitio
  • «La Palabrota: Resignificando el Portuñol/Portunhol que Condenábamos» por María Celeste Gigli Box (Universidad Nacional de La Plata). Ver aquí.
  • Un blog sobre Aberraciones del spanglish.

Sobre literatura chicana:

  • Aranda Oller, Lucía. La alternancia lingüística en la literatura chicana: una interpretación desde su contexto sociohistórico. Ver aquí.
  • Limón, Graciela: El impacto del español sobre el inglés en la literatura chicana . Ver aquí.
  • Moreno Fernández, Francisco: En los orígenes de la novela chicana. Ver aquí

En el sitio Best 100 Spanglish se puede votar por los mejores spanglish-parlantes, además se puede realizar un test que mide nuestro conocimiento del espanglish.

Diccionarios de spanglish

Algunos ejemplos de espanglish:

  • grocería (de grocery=almacén, tienda)
  • llamar para atrás (influencia del inglés to call back= devolver una llamda telefónica)
  • parquear (de park= estacionar)
  • mopear/mapear (de mop=escoba, escobillón, fregona, etc. para limpiar el piso)
  • rufa (de roof=techo)
  • likear (de leak=gotear).
  • vacunar (de vacuum= pasar la aspiradora)
  • carpeta (de carpet= alfombra)

¿Les quedó la duda sobre la frase del comienzo? Es lo que dijo una chicana para describir su trabajo en una fábrica: seleccionaba (sort out) latas (cans) en mal estado. Dejo para mi otro blog, el problema que presenta la traducción del espanglish al español ; )

Wiki-wiki hula-hula en bikini

Cuando era chica, Papá Noel me regaló una bikini y un aro de hula-hula que intenté adiestrar infructuosamente. Por esas causalidades/casualidades de la vida, hoy descubrí una parentela insospechada entre el ondulante baile, el traje de baño y las páginas de Internet Imagen de hula-hulallamadas wiki. Las tres palabras (hula-hula, bikini y wiki) provienen de la lengua hablada en Hawai ( o, raéticamente correcto, Hawái). La lengua hawaiana («Olelo Hawaii»), una de las más antiguas, no tuvo grafía hasta la llegada del Capitán James Cook y los misioneros cristianos en 1778. El alfabeto hawaiano consta de las cinco vocales a-e-i-o-u más siete consonantes: H, K, L, M, N, P, W. Al escucharlo, se distinguen dos rasgos principales: la oclusión glotal (okina) y las palabras-eco, como la misma hula-hula. Cuando en 1898 Hawai se convirtió en uno de los estados de Estados Unidos de Norteamérica, la lengua nativa fue prohibida en escuelas y documentos oficiales; recién en 1978 sería reconocida como lengua oficial.

Para aprender sobre Hawai, la lengua y la cultura hawaianas, visiten este blog.

Para saber más sobre Hawai y la lengua hawaiana, vean este sitio.

¿Sabías que….

  • La quincuagésima estrella de la bandera estadounidense corresponde a Hawai por ser el último estado incorporado.
  • La isla de Hawai, situada en el archipiélago homólogo, es el único estado estadounidense (valga la redundancia) fuera del continente americano.
  • En julio de 1946, poco después del fin de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos decidió proseguir con sus experimentos con bombas atómicas en un minúsculo atolón de las Islas Marshall, llamado Bikini, que permanece inhabitable desde entonces debido a sus peligrosos niveles de radiación.  En 1947, cuando el ingeniero francés Louis Réard creó un traje de baño femenino de dos piezas, el escándalo que estalló en el mundo ante tamaña osadía fue de dimensiones atómicas. Réard dio el nombre de bikini a su minúscula creación. Fuente elcastellano.org
  • La serie  «Lost» fue  grabada en Hawái.

Y de la Wikipedia (dado el tema de esta nota, sería injusto no hacer referencia a ella) extraje estos datos:

  • El término wiki proviene del nombre que los hawaianos le dan al autobús que lleva a los pasajeros del avión a la terminal aérea: Wikiwiki Bus, que simplemente significa bus rápido (o sea que wiki significa rápido). Por supuesto, es la pronunciación hawaiana de la palabra inglesa quick /kwɪk/.

Lo correcto, lo aceptable y la hinoransia.

Las normativas impuestas por lingüístas y academias por un lado y los usos (innovadores) de los hablantes por otro son los argumentos opuestos de una lid agónica en la que «lo correcto» y «lo aceptable» (y hasta el «da igual») se disputan el imperio del idioma. Apocalípticos e integrados, conservadores y liberales, tradicionalistas e innovadores… dirimen la cuestión: ¿acatamos las reglas del idioma o adherimos a la legión que impone el uso sobre la norma? En su discurso inaugural del Primer Congreso de la Lengua Española, celebrado en México en 1997, Gabriel García Márquez encendió la polémica al proponer

jubilemos la ortografía, terror del ser humano desde la cuna; enterremos las haches rupestres; firmemos un tratado de límites entre la ge y la jota…

Entre otros, Mempo Giardinelli arremetió contra el «Maestro» en una nota publicada originalmente en el periódico Página 12:

No dudo que tal jubilación (en rigor, anulación) sólo puede ser festejada por los ignorantes de toda regla ortográfica. Digámoslo claramente: suena tan absurdo como jubilar a la matemática porque ahora todo el mundo suma o multiplica con calculadoras de cuatro dólares.

En mi opinión, la cuestión no pasa por determinar cuál regla anulamos, ni por igualar la ge y la jota, ni por abolir las haches, ni por aniquilar los acentos. No, la cuestión central está en la colonización cultural que subyace en este tipo de ideas tan luminosas como efectistas, dicho sea con todo respeto hacia el Nobel colombiano.

Y digo colonización porque es evidente que estas cuestiones se plantean a la luz de los cambios indetenibles que ocasiona la infatigable invasión de la lengua imperial, que es hoy el inglés, y el creciente desconocimiento de reglas ortográficas y hasta sintácticas que impera en las comunicaciones actuales, particularmente Internet y el llamado Cyberespacio. (…)
¿Por el hecho de que tantos millones hablen mal y escriban peor, vamos a democratizar hacia abajo, es decir hacia la ignorancia?

Si las difundidas declaraciones de García Márquez son ciertas, a mí me parece que hay un contrasentido en su propuesta de preparar nuestra lengua para un «porvenir grande y sin fronteras». Porque el porvenir de una lengua (como el porvenir de nada) no depende de la eliminación de las reglas sino de su cumplimiento.

Ver nota completa aquí

Para los traductores, éste es un tema áspero. En estos días, alguien preguntó en un foro si debe usarse «el hecho que» o «el hecho de que». ¿Se trata de queísmo o dequeísmo? Hubo respuestas intuitivas, respuestas fundamentadas y respuestas bizarras. Entre las segundas,  destaco la de una colega que envió los suguientes enlaces sobre el tema:

» El hecho de + que + ¿indicativo o subjuntivo?

P: ¿En una oración subordinada que comience con «el hecho de» rige subjuntivo o indicativo?

R: Se pueden dar los dos modos. Las oraciones subordinadas introducidas por la secuencia «el hecho de» se caracterizan por poder prescindir de dicha secuencia sin alterar el significado de la oración, es decir, la secuencia no es restrictiva gramaticalmente, y, por lo tanto, no determina el modo verbal de la subordinada, son otros elementos los que deciden sobre el modo: el verbo de la oración principal, la semántica de la oración. Así, aquellos verbos que denotan reacciones emotivas en relación con la acción representada por la oración subordinada rigen subjuntivo en la subordinada: lamentar, sorprender, asombrar, molestar, alegrarse, entusiasmarse, animarse, desanimarse.
Por ejemplo:
Modo subjuntivo regido por el verbo de la principal:
Me entusiasma (el hecho de) que Luisa venga a verme.
(El hecho de) que la reunión acabara sin llegarse a un acuerdo lo desanimó completamente.
Nos sorprende (el hecho de) que ahora sean tan puntuales.
Modo indicativo o subjuntivo según la semántica:
Se admite (el hecho de) que actuaron bajo presión. (es cierto que actuaron bajo presión y se admite)
No se admite (el hecho de) que actuaron bajo presión. (es cierto que actuaron bajo presión y no se admite)
No se admite (el hecho de) que hayan actuado bajo presión. (se presupone que actuaron bajo presión y no se admite)

En el artículo Selección del modo después de el hecho de que, Margarita Krakusin presenta los resultados de un estudio sobre la alternancia del uso del indicativo y del subjuntivo como complementos de la expresión «el hecho (de) que» y los analiza de acuerdo con criterios pragmáticos. Cito algunos fragmentos de las conclusiones:

La variabilidad de modo en las cláusulas factivas después de el hecho de que está regida por el valor informativo de la proposición subordinada. (…)
El subjuntivo sirve para marcar las proposiciones factuales que no merecen mucha atención por parte de lector. El indicativo usado después de el hecho de que señala los puntos de importancia en los cuales ésta debe ser centrada. (…)
Concluimos entonces que la elección del modo y su posición en la oración, dependerá del valor informativo que tenga la proposición. La tematicidad estará marcada por el subjuntivo, y con la información remática regirá el indicativo. Las cláusulas subjuntivas después de el hecho de que aparecerán en posición inicial, antes del verbo principal. Las indicativas irán después del verbo principal y en posición final.

Con respecto a las respuestas bizarras, destaco la opinión de otro forista que arguye que el tema «no tiene la menor importancia» ya que «con o sin la preposición de, se entiende el resto del mensaje». Quisiera no dar la menor importancia a este comentario pero no resisto la tentación de opinar: hay un mar de diferencia entre no respetar las normas por elección o por ignorancia. Borges, Sarmiento, César Vallejo, Juan Ramón Jiménez, Andrés Bello, García Márquez no lo hicieron por ignorancia ciertamente, los guiaba un objetivo -discutible, sí- pero no la desidia.

 

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Dilo, revista de la Academia Puertorriqueña de la Lengua Española

La Academia Puertorriqueña de la Lengua Española acaba de publicar su nueva revista Dilo, disponible en versión digital aquí. Me encantó la nota sobre la etimología de ‘músculo’.

Contenido:

Ni bien ni mal
Se cruzaron los cables: abrogar y arrogar, por Maia Sherwood Droz

Atención
Diccionario Panhispánico de Dudas: música y cartera

Dilodice
Sobre la zeta y otros asuntos por el estilo, por José Luis Vega

Anglicismos
¿Telaraña mundial o malla mundial?, por Amparo Morales

Dato curioso
Pen drive y USB

Palabra Zoom-zum
Músculo

Querida duda
Gabete y cabete

Dato curioso
Égida

Microcuento
“Espalda”

Atención
Tesoro lexicográfico del Español de Puerto Rico

Consenso sobre una gramática de la lengua española… ¿o castellana?

En los últimos días apareció en periódicos de todo el mundo la noticia sobre la Nueva gramática de la lengua española, que estará a la venta a partir del 4 de diciembre publicada por Espasa y que responde a un consenso entre todas las academias de los países hispanohablantes. ¿Habremos llegado a un acuerdo? Habrá que ver.

El titular de La Vanguardia proclama:

Once años de trabajo para alumbrar la ‘Nueva gramática de la lengua española’

Publicada por Espasa, es la primera gramática académica desde 1931 y el resultado del trabajo de las 22 Academias de la Lengua Española

Diccionario del español de Argentina

El Diccionario Integral del español de Argentina -que se puede hojear aquí– es una recopilación de frases casi herméticas para otros hablantes de la lengua castellana. Contiene más de 40.000 palabras y de 80.000 acepciones actuales, basadas en documentos reales del español hablado en la Argentina. Definiciones claras y consistentes. Más de 90.000 ejemplos de uso. Más de 2.000 notas que resuelven dudas de uso. Frases y locuciones. Equivalencias con otras variedades del español. Sinónimos y antónimos. Más de 80 tablas con modelos de conjugación verbal.

* Verbos
* Pronombres
* Prefijos y sufijos
* Ortografía y puntuación
* Dudas gramaticales frecuentes
* Usos discursivos de conectores

Aquí un extracto de un artículo publicado originalmente en BBC Mundo

Un diccionario para vos, che

Veronica Smink
BBC Mundo, Argentina

«Salgo del laburo seis y pico y me voy de joda». «Esto es re trucho, funca como la mona». «¡Hace un lorca! ¡Qué lo tiró!».

Estas son sólo algunas de las frases que pueden escucharse un día cualquiera, si uno camina por las calles de Buenos Aires.
Ahora palabras y expresiones como éstas, que son de uso diario para los argentinos pero distan mucho del español que enseña la Real Academia (RAE), tienen su propio espacio de referencia.
Se trata del «Diccionario integral del español en la Argentina», un libro de casi dos mil páginas, que explica el significado de unas 40 mil palabras usadas comúnmente en Argentina.
Según sus creadores, no se trata de un libro de «argentinismos», sino que mezcla palabras autóctonas con otras de origen español o incluso de otros idiomas como el inglés, pero en todos los casos explica el uso que se le da en este país.

El profesor de Historia de la Lengua de la Universidad de Buenos Aires José Luis Moure, quien redactó el prólogo del diccionario, afirma que es solamente el segundo en su tipo en toda América Latina.
«Yo creo que marca un hito. Lo que tiene de notable es que hubo un sólo intento de hacer algo parecido, que fue un diccionario que se hizo en los años ’70 en México», señala el académico, miembro de la Academia Argentina de Letras.

El trabajo de recopilar el hablar diario de los argentinos le llevó a unos 60 expertos más de tres años.

El diccionario incluye palabras que no están en la RAE, como «bagarto» (persona muy fea) o «ponja» (de Japón), y explica el contexto en el que se usa dicha expresión, según se dé en un ambiente coloquial, formal, grosero o infantil.

También incluye más de 15 mil frases, como «tirar la casa por la ventana» (hacer gastos grandes) o «bajar línea» (obligar a alguien a que haga algo de una determinada forma).

Y por supuesto no faltan las expresiones de origen «lunfardo», habladas originariamente por las clases bajas de Buenos Aires, y hechas populares por el tango. «Mina» (mujer), o «torrar» (dormir), son dos ejemplos.

Los argentinos y las malas palabras

Nota en el periódico La Nación

Sobre ellas gira la polémica, muchos intelectuales las defienden con sólidos argumentos; otros adjudican su uso a la pobreza de vocabulario. Sin embargo, y aún desde puntos de vista enfrentados, la mayoría reconoce su uso en el lenguaje popular y cotidiano.

Ya lo dijo Lao-tsé, un sabio filósofo chino que vivió entre el 570 aC y el 490 aC: «Las palabras elegantes no son sinceras; las palabras sinceras no son elegantes». Y no se equivocaba… Desde dictámenes psiquiátricos, pasando por las referencias a las costumbres sexuales hasta la larga estirpe de alusiones a los progenitores, la mayoría de la gente las utiliza en el lenguaje cotidiano.

Sin embargo, todavía causa cierto escozor aceptarlas como parte del habla. Sin ir más lejos, desde pequeños nos reprenden al pronunciarlas. Y así vamos creciendo, al principio desafiando a los mayores en voz baja y luego, en la adolescencia, repitiéndolas cada vez que podemos para demostrar que ya somos dueños de nuestro propio lenguaje. Una vez adultos, aunque no siempre sucede, pesa el esfuerzo por cuidar las formas.

El que esté libre de pecado, que arroje la primera piedra. Nadie puede negar su utilidad: tienen una fuerza expresiva única, sirven para descargar la ira, el enojo y la calentura (en todos los sentidos).

Jorge Luis Borges, en el prólogo de su libro «Ficciones», escribió: «Desvarío laborioso y empobrecedor el de componer vastos libros; el de explayar en quinientas páginas una idea cuya perfecta exposición oral cabe en pocos minutos».

¿Entonces, qué tan «malas» son las malas palabras? Malas remite directamente a tabú, algo prohibido, que no debe siquiera pronunciarse. Y porqué no se las llama simplemente vulgares, ya que en realidad el pueblo las utiliza y mucho.

Este fue el punto de partida para que el mismo presidente de la Academia Argentina de Letras , el doctor Pedro Luis Barcia creara un Diccionario de fraseología del habla argentino, en el que incluyó más de 11.000 términos, entre los que figuran, de más está decir, una gran cantidad de estas famosas palabrotas.

«Puedo asegurar que ahora, de todas las academias, la Argentina es la que tiene mayor contacto con la lengua popular ?asegura Barcia-. Todo debe tratarse desde el punto de vista científico, no estamos avalándolas en su uso, sino reconociéndolas. El pueblo las dice.»

¿Entonces, eso quiere decir que dejaron de ser malas? «Yo diría que nunca existieron ?asegura Barcia?. No es que haya buenas o malas palabras, sino que hay buenas o malas intenciones, y contextos adecuados o no».

Por eso, en el novedoso diccionario casi todas estas expresiones van colocadas con una marca que dice «vulg», referido a vulgar. De manera que quede claro que es desubicado pronunciarlas en el medio de un discurso académico.

«Pero fíjese otra curiosidad. Con un lenguaje políticamente correcto son capaces de decir que después de tirar una bomba ha habido 500 bajas colaterales. Significa que murieron muchísimos civiles por una imprevisión en el cálculo. Eso es de un cinismo absoluto, y es mucho más grave que decirle a alguien la puta que te parió. Es tratar de cubrir con una felonía verbal un acto inmoral. Lo que quiero decir es que lo importante es el uso de la frase en su contexto».

Las primeras, muy distintas.

Respecto de su origen, las lenguas son entidades en movimiento que se transforman a medida que pasa el tiempo. Quizás un insulto muy usado en la antigüedad hoy no tendría efecto ni sentido.

Margarita Espinosa Meneses , catedrática del Departamento de Letras del ITESM Campus Estado de México, explica: «Las palabras de una lengua sufren procesos que pueden ser motivados tanto por causas externas, ya sean sociales, psicológicas o por influencias de otras lenguas, como por causas internas, que tienen que ver con procesos propios de la lengua misma».
Es difícil hablar de su nacimiento, ya que todas parecen venir de diferentes épocas y regiones. Sin embargo, una versión reza que el origen estaría en las clases sociales. La clase alta sostenía que su lenguaje era culto, diferente del que se usaba en los círculos más humildes.

«Vulgaridad era la forma de hablar del vulgo, el pueblo trabajador de la antigua Roma ?afirma la narradora oral Marita von Saltzen?. Grosería viene de grueso, todo lo contrario de fino y delicado. Mientras los pobres hacían los trabajos más pesados y groseros, los ricos realizaban las tareas finas con sus delicadas manos».

El maldecir universal. Algunos creen que en la Argentina, y principalmente en Buenos Aires, la norma del insulto es una costumbre constante, que no respeta situaciones, contexto ni formas.

Sin embargo, las malas palabras no son un invento argentino ni una exclusividad porteña. Los científicos que se dedican a su estudio, aseguran que el maldecir es universal. Todo idioma, jerga o dialecto, y tanto lengua viva o muerta alguna vez estudiada, tiene sus tabúes, sus palabras prohibidas.

Y hay quienes opinan, como lo hizo el inolvidable Roberto Fontanarrosa en el tercer Congreso Internacional de la Lengua Española en Rosario , que lejos de desterrarlas, a la mayoría de las malas palabras habría que darles una amnistía. «Reconsideremos su situación, e integrémoslas al lenguaje porque, les aseguro, las vamos a necesitar».

Producción: Ricardo Delmonte, Santiago Hafford, Paula Halperín, Francisco Jueguen, Luis Laugé, Francisco Schiavo y Soledad Vallejos

 

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