¿Dónde está el corrector?
Condimentar pasta con persona negra molida [freshly ground black people].
Un error. Una palabra. Un dolor de cabeza y varios miles de dólares para la editorial Penguin Australia.
Ese y otros casos de gazapos impresos aparecen en la nota «“La acusación pedía un año de cáncer”: 10 razones por las que necesitamos correctores», publicada hoy por El Confidencial.
Algunos gazapos de mi colección:
A veces los errores de tipeo pasan inadvertidos ante la mirada del corrector. Sin embargo, muchas veces los errores que llegan a imprenta se deben a la ausencia de correctores. Para ajustar el presupuesto, se prescinde de estos profesionales y se adjudica el trabajo de revisión y corrección a los propios redactores, a los traductores, a los editores.
Re-ver: ver con nuevos ojos. Una nueva mirada es necesaria. Hasta al mejor cazador se le escapa la liebre; hasta al mejor escritor se le escapan errores.