Reflexiones, notas y recursos sobre el idioma español. Análisis del discurso. Corrección. Edición. Etimología. Lectura y escritura. Lingüística. Lunfardo. Neologismos. Publicación digital. Spanglish. Traducción. Variedades de español.

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Escribir en internet

Fundéu BBVA, Mario Tascón (dir.), 2012, Escribir para internet, Guía para los nuevos medios y las redes sociales, Madrid, Galaxia Gutenberg.

Escribir en internet. Guía para los nuevos medios y las redes sociales, elaborado por Fundéu BBVA y editado por Galaxia Gutenberg, se presenta como «el primer manual práctico de uso del español en los medios digitales y los soportes electrónicos».

Dirigida por el periodista Mario Tascón, la obra «recoge recomendaciones y estudios de más de cuarenta expertos sobre cortesía en la red, correspondencia electrónica, reputación online, español global, escritura colectiva, redacción para blogs, mensajería instantánea, gestión de comentarios, redes sociales, emoticonos, accesibilidad… y todo lo que hoy resulta necesario para trabajar con corrección en la Red» (Fuente RAE).

Se abordan temas tanto del uso cotidiano, tales como las nuevas formas de leer en medios digitales (aquí encontraremos interesante información sobre los estudios de eyetracking que investigan el recorrido del ojo por la pantalla y así detectan zonas que concentran la atención), la redacción de correos electrónicos, la escritura en redes sociales, los neologismos, la verificación de la información que se distribuye y la escritura colaborativa; como del uso profesional, entre ellos la usabilidad, la accesibilidad, el hipertexto,  los microformatos, la maquetación, los criterios de la escritura digital y los aspectos legales.

Según indican desde la Fundéu, algunos artículos del libro ya se han publicado en el Manual de estilo. Lamentablemente, no hay versión digital gratuita o de consulta online. Escribir en internet se comercializará tanto en formato impreso como en formato digital en las principales librerías. Galaxia Gutenberg ha publicado online y con acceso abierto solo el índice, el prólogo y el primer artículo «¿Por qué un manual de estilo de los nuevos medios?» de Joaquín Müller-Thyssen Bergareche.

Si bien la obra no es prescriptiva, sí es un intento de normativizar ciertos aspectos de la escritura en la Internet y un aporte importante sobre cuestiones que se debe tener en cuenta a la hora de publicar en la red.

Lecturas recomendadas:

  • Writing for the Web. Colección de artículos sobre cómo se lee en Internet y cómo se debería escribir en los medios digitales.

Actualización del 11 de octubre de 2012:

Hoy en la página del Manual de estilo se publicó un interesante artículo de la doctora Marga Cabrera sobre Nuevas profesiones en internet. Allí, la autora hace un recorrido por los nuevos perfiles profesionales de quienes producen y editan contenidos en medios digitales: arquitecto de la información, bloguero, gestor de comunidades, copy (redactor creativo), digitalizador. diseñador web, editor de web, especialista en márquetin electrónico, experto en accesibilidad, experto en analítica web, experto en metadatos, experto en SEM, experto en SEO, experto en usabilidad, gestor de contenidos, guionista multimedia, montador/maquetador, programador web, realizador de videos, responsable de contenidos (content curator) y responsable de reputación digital.

 

Sin palabras

El blog Addenda & Corrigenda ha publicado una serie de artículos en torno a la reciente aparición de la Nueva Gramática de la Lengua Española.

Allí, me enteré de que:

Maradona: Su libro Yo soy el Diego figura en la nómina de textos citados. En concreto, porque el futbolista argentino emplea en él el término jueza.

Me pregunto: ¿no tenían otra fuente para avalar el uso de la palabra ‘jueza’, tan extendido en la Argentina?

¿Será una estrategia de mercado?

; )

Espanglish

Sorteaba canas.
La rufa likeaba.
Vacunaba la carpeta.

En el artículo «El español en Estados Unidos» -tomado de El español en América. Contactos lingüísticos en Hispanoamérica, Ariel, 2008 y publicado en la Revista CTPCBA, Nº 91, mayo-junio 2008- el Dr. Joaquín Garrido indica que Estados Unidos podría convertirse en el primer país hispanohablante dentro de cincuenta años. Según el U.S. Census Bureau, los hispanos (término que engloba a todos aquellos cuya lengua materna es el español/castellano) sumaban 44 millones en el 2006, constituyéndose en la minoría más numerosa, y se estima que para el 2050 habrá 102 millones. Esta explosión demográfica repercute necesariamente en el paisaje lingüístico.
Del contacto entre lenguas germinan lenguas híbridas, ya sea en zonas de frontera -como el portuñol (también llamado portunhol o portanhol, mezcla de español y portugués)- o en lugares que reciben inmigrantes -por ejemplo, el cocoliche (que surgió en el Río de La Plata cuando los inmigrantes italianos mezclaban su lengua con el español). Estas lenguas se caracterizan por no ser lenguas nativas, responden siempre a la necesidad de comunicación entre hablantes de diferentes idiomas, uno de los cuales se encuentra en ‘desventaja’ y debe ‘adaptarse’ al otro.
Los hablantes de español que intentan comunicarse en inglés utilizan el espanglish, una ensalada de términos del inglés adaptados a la fonética del español. Las estructuras sintácticas suelen ser las del español o, al menos, aquellas que operan en ambos idiomas (recordemos que ambas lenguas son SVO, es decir, su estructura típica es Sujeto-Verbo-Objeto). Un fenómeno diferente es el de la interferencia del inglés, ya sea en el aspecto léxico o gramatical, que intoxica muchos textos escritos en -o traducidos al- español. Las consideraciones sobre el espanglish son varias: una lengua en sí misma, un dialecto, un pidgin, una interlengua de quienes están aprendiendo inglés… Como en todo asunto controvertido, apocalíptico e integrados por doquier. La misma denominación de esta mezcla de dos lenguas imperiales resulta problemática: ¿spanglish, espanglish, espanglés? En su ponencia durante el congreso ‘El Español en los Estados Unidos’, Emilio Bernal proponía la denominación espanglés, que revierte el orden de prioridad de las lenguas.
Ilan Stavans, autor de Spanglish: The Making of a New American Language (HarperCollins 2003) (que incluye una compilación de más de 4500 palabras en espanglish y una traducción del primer capítulo del Quijote al espanglish), decía en una entrevista que hay diversas variantes del espanglish. El flujo de personas a través del río Bravo ha dado lugar a una de ellas: el chicano. El chicano ya tiene su propia literatura, producto de los denominados hyphen writers (expresión difícil de traducir ya que hyphen es el signo ortográfico del guión que se utiliza en inglés para unir dos palabras y que hace referencia a la naturaleza bi-lingüísitia y bi-cultural de estos escritores). Imperdible la obra Caramelo de Sandra Cisneros. El espanglish se expresa también en la música: las letras de Calle 13, el duo puertorriqueño que grabó -entre otros- con Bajofondo Tango Club y Vicentico, y Aventura, un grupo de dominicanos asentados en Bronx y luego en Nueva York, son un buen ejemplo:

Préndete, sácale chispa al estalter
Préndete en fuego como un lighter
Sacúdete el sudor como si fueras un wiper,
Que tu eres callejera*, street fighter.
(…)
Ahora nena quieres tu zipi,
No importa si eres rapera o eres hippie
Si eres de Bayamón o de Guaynabo City
Conmigo no te pongas picky
Esto es hasta abajo, cójele el tricky

De Atrévete. Calle 13

Previsiblemente, el uso del espanglish en las manifestaciones artísticas enlaza con las dimensiones socio-políticas de las lenguas.

Para ir cerrando esta nota, les dejo unas palabras de Mario Vargas Llosa en ocasión del premio Don Quijote:

«[El español] es la lengua de quien quiere apropiársela. No tiene fronteras: es mexicana, peruana, castellana, estadounidense… No olvidemos que hay más de 40 millones de hispanohablantes en Estados Unidos». ¿Algún riesgo de disgregación víctima del spanglish? «Ninguno. La revolución de las comunicaciones ha afianzado la unidad del idioma. Eso sí, contribuye también a que se pierdan los colores, acentos y tonos particulares. Hoy los españoles usan venezonalismos y peruanismos que escuchan en la televisión sin mayor problema».

Para seguir leyendo:

  • «The Meaning Of Spanglish: What Happens When Two Languages Become One?», entrevista a Ilan Stavans, publicada en revista Newsweek, 18 de septiembre de 2003.
  • How Spanglish Works por Tracy V. Wilson
  • Entrevista a Ilan Stavans (en inglés).
  • Ilan Stavans: eight conversations por Neal Sokol, en google books.
  • El «espanglés» en las noticias por Emilio Bernal Labrada.
  • Betanzos Palacios, Odón: El español en Estados Unidos: problemas y logros. Ver aquí
  • Fernández, Roberto: La subversión del inglés. Ver aquí.
  • Moreno Fernández, Francisco: El espanglish en la palestra. Ver aquí.
  • Restrepo, William: El español en Estados Unidos. El poder que ejerce la minoría más grande: el hispano. Ver aquí.
  • Lista completa de artículos sobre el tema del español en Estados Unidos publicados por el Instituto Cervantes
  • El No. 91 de la Revista del Colegio de Traductores Públicos de la Ciudad de Buenos Aires (CTPCBA) está enteramente dedicado a la lengua de Cervantes (se puede descargar la versión en PDF aquí).
  • Para una lista de la bibliografía sobre espanglish/spanslish ver este sitio.
  • Para conocer las tendencias de crecimiento del español, ver este informe.
  • Para conocer las estadísticas sobre la población hispana y latina en EEUU, ver el sitio del U.S. Census Bureau.
  • Para descargar el informe «La edición en español en Estados Unidos: estado actual, retos y dificultades», realizado por Ediciona, ver aquí.
  • «DE LENGUAS Y FRONTERAS: EL ESPANGLISH Y EL PORTUÑOL» por Francisco A. Marcos-Marín en este sitio
  • «La Palabrota: Resignificando el Portuñol/Portunhol que Condenábamos» por María Celeste Gigli Box (Universidad Nacional de La Plata). Ver aquí.
  • Un blog sobre Aberraciones del spanglish.

Sobre literatura chicana:

  • Aranda Oller, Lucía. La alternancia lingüística en la literatura chicana: una interpretación desde su contexto sociohistórico. Ver aquí.
  • Limón, Graciela: El impacto del español sobre el inglés en la literatura chicana . Ver aquí.
  • Moreno Fernández, Francisco: En los orígenes de la novela chicana. Ver aquí

En el sitio Best 100 Spanglish se puede votar por los mejores spanglish-parlantes, además se puede realizar un test que mide nuestro conocimiento del espanglish.

Diccionarios de spanglish

Algunos ejemplos de espanglish:

  • grocería (de grocery=almacén, tienda)
  • llamar para atrás (influencia del inglés to call back= devolver una llamda telefónica)
  • parquear (de park= estacionar)
  • mopear/mapear (de mop=escoba, escobillón, fregona, etc. para limpiar el piso)
  • rufa (de roof=techo)
  • likear (de leak=gotear).
  • vacunar (de vacuum= pasar la aspiradora)
  • carpeta (de carpet= alfombra)

¿Les quedó la duda sobre la frase del comienzo? Es lo que dijo una chicana para describir su trabajo en una fábrica: seleccionaba (sort out) latas (cans) en mal estado. Dejo para mi otro blog, el problema que presenta la traducción del espanglish al español ; )

Wiki-wiki hula-hula en bikini

Cuando era chica, Papá Noel me regaló una bikini y un aro de hula-hula que intenté adiestrar infructuosamente. Por esas causalidades/casualidades de la vida, hoy descubrí una parentela insospechada entre el ondulante baile, el traje de baño y las páginas de Internet Imagen de hula-hulallamadas wiki. Las tres palabras (hula-hula, bikini y wiki) provienen de la lengua hablada en Hawai ( o, raéticamente correcto, Hawái). La lengua hawaiana («Olelo Hawaii»), una de las más antiguas, no tuvo grafía hasta la llegada del Capitán James Cook y los misioneros cristianos en 1778. El alfabeto hawaiano consta de las cinco vocales a-e-i-o-u más siete consonantes: H, K, L, M, N, P, W. Al escucharlo, se distinguen dos rasgos principales: la oclusión glotal (okina) y las palabras-eco, como la misma hula-hula. Cuando en 1898 Hawai se convirtió en uno de los estados de Estados Unidos de Norteamérica, la lengua nativa fue prohibida en escuelas y documentos oficiales; recién en 1978 sería reconocida como lengua oficial.

Para aprender sobre Hawai, la lengua y la cultura hawaianas, visiten este blog.

Para saber más sobre Hawai y la lengua hawaiana, vean este sitio.

¿Sabías que….

  • La quincuagésima estrella de la bandera estadounidense corresponde a Hawai por ser el último estado incorporado.
  • La isla de Hawai, situada en el archipiélago homólogo, es el único estado estadounidense (valga la redundancia) fuera del continente americano.
  • En julio de 1946, poco después del fin de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos decidió proseguir con sus experimentos con bombas atómicas en un minúsculo atolón de las Islas Marshall, llamado Bikini, que permanece inhabitable desde entonces debido a sus peligrosos niveles de radiación.  En 1947, cuando el ingeniero francés Louis Réard creó un traje de baño femenino de dos piezas, el escándalo que estalló en el mundo ante tamaña osadía fue de dimensiones atómicas. Réard dio el nombre de bikini a su minúscula creación. Fuente elcastellano.org
  • La serie  «Lost» fue  grabada en Hawái.

Y de la Wikipedia (dado el tema de esta nota, sería injusto no hacer referencia a ella) extraje estos datos:

  • El término wiki proviene del nombre que los hawaianos le dan al autobús que lleva a los pasajeros del avión a la terminal aérea: Wikiwiki Bus, que simplemente significa bus rápido (o sea que wiki significa rápido). Por supuesto, es la pronunciación hawaiana de la palabra inglesa quick /kwɪk/.

Grossman traducido

En el último número de RAHAL, Revista argentina de historiografía (de acceso libre y gratuito), aparece una reseña de El patrimonio lingüístico extranjero en el español del Río de la Plata de Rudolf Grossman. Esta obra publicada por primera vez en 1926 ha sido reeditada por la Biblioteca Nacional y cuenta con Estudio preliminar de Fernando Alfón. Vale destacar que ésta es la primera traducción al español (título original: Das ausländische Sprachgut im Spanischen des Río de la Plata. Ein Beitrag zum Problem des argentinischen Nationalsprache.), la cual estuvo a cargo del Prof. Dr. Juan Ennis.

Como señala Mara Ruth Glozman en su reseña:

El trabajo de Grossmann consiste, a grandes rasgos, en un ensayo de carácter lingüístico-filológico acerca de los distintos tipos de aportes e influencias de las lenguas extranjeras europeas en la variedad lingüística rioplatense.
(…)
El capítulo I, titulado “Condiciones para el desarrollo de lenguas hispanoamericanas especiales”, tiene un carácter más general y consta de dos partes. En la primera, Grossmann presenta una caracterización del español del Río de la Plata, según sus componentes y rasgos constitutivos. Son tres los componentes que el filólogo identifica en la variedad lingüística
rioplatense: el español, el indígena y el de las lenguas europeas modernas. Ya desde esta primera instancia descriptiva, Grossmann articula su argumentación sobre la base de un ideologema (Angenot 1982) que aparecerá como uno de los principios centrales que organizan la investigación: la lengua es compañera del progreso intelectual y/o técnico-económico. En efecto, a lo largo del texto, Grossmann construye una jerarquía que le permite
diferenciar entre lenguas de distinto valor civilizatorio y cultural: el francés, el inglés y el alemán tendrán un papel privilegiado como lenguas de progreso; en primera instancia las lenguas indígenas (y, en los capítulos siguientes, el italiano) recibirán las calificaciones menos apreciadas en lo que respecta a los valores culturales que transmiten. De esa manera se explica que, desde la perspectiva jerárquica grossmanniana, las lenguas indígenas no constituyan un problema para la conservación de la lengua española en el Río de la Plata: para el filólogo, además de la comprobación empírica de que tales lenguas no produjeron ninguna transformación de envergadura en la variedad argentina, el progreso seguirá conduciendo a disminuir cada vez más su radio de influencia. Con el tercer componente, el del “patrimonio lingüístico extranjero”, se da una situación bien diferente de aquella que presenta el componente indígena, también denominado “nativo”: la influencia del componente europeo moderno se presenta como beneficiosa para la cultura y para el avance de la civilización. En consecuencia, este tercer componente es el único que podría producir cambios lingüísticos que merecieran la consideración de los estudios filológicos. A ello dedica Grossmann el resto de la obra.
La segunda parte del capítulo se detiene en una revisión de las posiciones e ideas acerca de la lengua nacional que surgieron en Argentina desde la generación de 1837, revisión que –como destaca Alfón en su estudio preliminar– resulta sumamente escueta e incluso poco precisa. Este modo de abordar una cuestión que ha despertado polémicas y controversias de envergadura en distintos momentos de la historia nacional da cuenta de cuál es el foco de interés del lexicógrafo e hispanista. No obstante, la inclusión de la breve reseña acerca de las posiciones sobre la lengua nacional argentina –reseña en la que se destaca el papel de autoridad que Grossmann le adjudica a Ramón Menéndez Pidal y a su escuela filológica–resulta significativa en una obra de carácter empírico. En este sentido, se puede considerar que –aunque breve– la atención otorgada a los discursos sobre la lengua introduce una dimensión político-simbólica en las consideraciones acerca de la (no) autonomía lingüística
de la variedad rioplatense. En efecto, para Grossmann, una lengua no solo puede conservarse o sufrir transformaciones en virtud de procesos lingüísticos internos; también pueden incidir en ello las medidas oficiales y las intervenciones de diversos círculos político-culturales. En este punto, uno de los aspectos interesantes a destacar es que el filólogo identifica los efectos de las intervenciones político-culturales sobre la lengua y sobre las prácticas lingüísticas, afirmando explícitamente la conveniencia de acompañar los procesos “naturales” de la lengua con el esfuerzo hispanista de los sectores e instituciones que más influencia tienen en el espacio público: la escuela, la prensa, la industria editorial.
(…)
La preocupación por la influencia de las lenguas extranjeras europeas en la variedad rioplatense está motivada, según Grossmann, por dos factores. En primer lugar, un factor cuantitativo: la masiva afluencia inmigratoria europea en el Río de la Plata. En segundo lugar, un factor cualitativo: para el filólogo, son las lenguas extranjeras europeas –especialmente el francés, el inglés y el alemán– las que, por representar los valores de las culturas más desarrolladas (sea en el plano intelectual, sea en el plano técnico o en el económico), podrían llegar a producir cambios lingüísticos de envergadura en los modos de expresión rioplatenses.
(…)
La breve nota de Ennis respecto de la traducción, por su parte, reflexiona acerca de uno de los principales núcleos semántico-conceptuales de la obra grossmanniana: la noción de patrimonio lingüístico [Sprachgut]. Lo interesante de esta reflexión, además de la conveniente consideración de orden terminológico, es que puede leerse como una aproximación a la obra que resulta complementaria del tratamiento dado por Alfón: aunque no sea este el principal objetivo de la “Advertencia del traductor”, Ennis contribuye a aclarar algunos aspectos del
texto que se comprenden a la luz de la coyuntura sociohistórica alemana de las primeras décadas del siglo XX. Con ello, los textos que presentan el trabajo de Grossmann proporcionan herramientas para su doble anclaje histórico: por un lado, en la tradición de los debates políticos y/o filológicos sobre la lengua nacional en Argentina; y, por el otro, en la coyuntura sociocultural alemana de principios de siglo, en la cual el autor se forma e interviene como investigador.

El texto completo de la reseña se puede descargar como archivo pdf de la página de RAHAL.

Aprovecho para contarles que la tesis doctoral de Juan Ennis, desarrollada en el Instituto de Romanística de la Martin-Luther-Universität de Halle-Wittenberg, ha sido publicada con el título Decir la lengua. Debates ideológico-lingüísticos en la Argentina desde 1837, (Peter Lang, 2008). En ella, Ennis analiza la dimensión política de los avatares de la lengua en Argentina durante los últimos cientosesenta años. Para leer la reseña escrita por Alfón, ver Orbis Tertius. Revista de Teoría y Crítica Literaria de la Universidad Nacional de La Plata, 2008, XIII (14)

Sexo y Género

En su columna de la Academia Dominicana de la Lengua, Guzmán Ariza señala que la palabra género se ha introducido en el discurso legislativo en reemplazo (innecesario e indebido) de la palabra «sexo» y sostiene que :

… se ha hecho común en todo el mundo hispanohablante usar indebidamente la palabra «género» en lugar de «sexo» para referirse a las particularidades que distinguen el macho y la hembra en la especie humana

El sexo, como bien aclara Guzmán Ariza, es una categoría biológica. Hasta allí estoy totalmente de acuerdo. Sin embargo, afirma más adelante que «género» es una «categoría gramatical» y, por tanto, sólo las palabras (y no todas) tienen género:

podemos decir que una persona es de «sexo» masculino o femenino, pero no que es de uno u otro «género»

En este punto disiento ya que género, en tanto concepto de la psicología posteriormente adoptado por el Análisis del Discurso (especialmente, por los llamados «estudios feministas»), tiene un contenido semántico distinto del de género como categoría gramatical.
El sexo, en tanto categoría biológica y fisiológica, está determinado desde antes del nacimiento por los cromosomas y se manifiesta (excepto en casos de malformaciones) en los genitales. Cuando la partera (ahora diríamos la ecografía) dice «macho» o «hembra«, está indicando el sexo de un bebé. Pero ningún bebé nace con género ya que lo femenino o masculino se construye a partir de diversos factores psicológicos, sociales y culturales que intervienen en la subjetividad.
Los géneros gramaticales, principalmente masculino y femenino (aunque hay lenguas cuya taxonomía genérica abarca más de una decena de categorías), son clasificaciones generalmente arbitrarias, tan arbitrarias como los roles sociales y culturales que históricamente se impusieron a cada sexo como si se tratara de mandatos de la naturaleza. Les rocomiendo la lectura del cuento «La autoridad» de Eduardo Galeano.
Quienes creen que la palabra «género» con este sentido es innecesaria esgrimen como uno de sus argumentos el hecho de que es un anglicismo. Sin embargo, el inglés toma «gender» del francés, que a su vez deriva del latín «genus»: la misma etimología de nuestro vocablo. Por tanto, la utilización de la palabra género no es un eufemismo vicario de lo ‘politicamente correcto’ sino un concepto con derecho propio desarrollado durante la segunda mitad del siglo pasado a partir de estudios seminales como El segundo sexo de Simone de Beauvoir y Sex and Temperament in Three Primitive Societies de la antropóloga Margaret Mead.
La lengua codifica la realidad; negar el uso de la palabra género implica una negación del concepto que ella entraña y, por tanto, una reducción de la realidad que percibimos. La opinión del diccioanrio Panhispánico de Dudas y de la Página del Idioma Español exhiben esa reducción (¿conservadora? ¿anacrónica?) con la que muchos no estamos de acuerdo:

La aplicación de género a personas está basada en un error de traducción del inglés gender, que en esa lengua sí se aplica a las diferencias entre varones y mujeres, diferencias que, por lo menos desde los latinos, pero probablemente desde tiempos prehistóricos, son denotadas por la palabra que en español conocemos como sexo. Género, aplicado a personas, es un calco semántico del inglés, impulsado por la manía estadounidense de lo políticamente correcto y elevado por la fuerza a la categoría de concepto sociológico.

De elcastellano.org

En su ponencia Aportes al Derecho desde la Teoría de los géneros, Susana Chiarotti hace un interesante recorrido por la historia del concepto de género, desde Penélope a Michael Jackson y Madonna pasando por la película Billy Eliott, para luego explicar su aplicación en las diversas ramas del Derecho.

Gugleando el tergopol, el liqui, la terma y el termo

Algunas palabras tienen la peculiaridad del anonimato etimológico, alrededor del cual se tejen diversas leyendas urbanas.
Sabemos que algunos neologismos surgen a partir de marcas comerciales; las marcas suelen desaparecen del mercado pero legan su aporte al léxico. Quizás se deba a que las marcas «suenan bien». Esto no sería casualidad ya que las empresas invierten sus dinerillos en estudios de mercado para hallar una combinación de sonidos agradable, fácil de pronunciar y que describa al producto (a no ser que se trate de marcas derivadas de apellidos; un acto egolátrico de algunos inventores). Sin embargo, las estrategias de marketing no siempre son aplicables en cualquier lugar. A veces, al extender sus mercados a otras lenguas, las empresas se encuentran con que su flamante marca comercial tiene connotaciones nada ventajosas para las ventas… ¿Ejemplos? Lean esto.

Volviendo al tema de marcas que se convirtieron en genéricos o desplazaron al nombre común, veamos algunos ejemplos:

birome [lapicera, pluma]: tan argentina como el dulce de leche, debe su nombre a Biro, su inventor.

celofán: marca con la que se empezó a comercializar este polímero derivado de la «celulosa».

chicle: [goma de mascar] por la marca Chiclets (!Sí, esos crocantes que venían en caja amarilla!)

cinta Scotch: [cinta adhesiva] por la marca Scotch.

cuáquer: [avena arrollada] por la marca Quaker, que a su vez se relaciona con los «cuáqueros» (religión)

curita: [tiritas, apósitos] este invento de Earle Dickson que comercializó Johnson & Johnson se comercializó en Latinamérica bajo la marca «Curitas», que nos remite al verbo ‘curar’.

gillette: [hoja de afeitar] por el apellido del fundador de la empresa que las comercializó.

jacuzzi [bañera/tina de hidromasaje] por su inventor, un tal Jacuzzi (algunos dicen que, en realidad, fueron dos hermanos)

ketchup: el «quechu» sale de una modificación que hace Henry John Heinz a una salsa cantonesa a base de pescado.

maizena/maicena: [fécula o almidón de maiz] una marca que jugó con el nombre de la materia prima (maiz) y dio un lindo resultado.

nylon/nailon: según parece, es una combinación de las iniciales de New York y de la primera sílaba de la capital inglesa.

plasticola y boligoma (más moderna): [goma de pegar.]

plastilina (plasticina en Chile): [masa arcillosa para modelar] de la marca inglesa Plasticine, un derivado de plastic.

royal: [polvo leudante] la coronita del rey antes estaba estampada en una latita, ahora creo que sólo viene en sobres. Se ha castellanizado al pronunciación.

rimmel: [máscara para pestañas] por la marca Rimmel

savora: marca comercial de la mostaza.

teflón:[resinas de fluoropolimero] marca registrada de Du Pont

terma: es una bebida sin alcohol y a base de hierbas que comercializa una empresa argentina.
Aquí la página de la empresa.

termo: por la marca Thermos, invento inglés, que sugiere ‘calor’ por su asociación con palabras que derivan del griego ‘thermo’ (=calor).

velcro [tela de abrojo] del francés ‘velours’, terciopelo, y ‘crochet’, gancho. Cuando yo era chica, usaba zapatillas con ‘abrojo’…

Aquí les dejo el enlace a la página de Wikipedia que habla de las marcas que se convirtieron en genéricos.

Palabras que derivan de marcas comerciales y que están incluidas en el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE).

Cabe señalar que las palabras que derivan de nombres propios se denominan epónimos. Por ejemplo:

  • boicot: de Charles Boycott
  • condón: de Conton o Condon, el primer médico que fabricó preservativos a partirde intestinos disecados de animales
  • guillotina: de Guillotin
  • linchar: de William Lynch
  • nicotina: de Jacques Nicot, quien introdujo el tabaco en Francia en 1560
  • sadismo: del Marqués de Sade

Algunas palabras son más misteriosas que otras. Creo que el «telgopor/tergopol» es la reina de las misteriosas y la que más variantes presenta en distintos países. Lo que en Argentina conocemos como tergopol (ese material poroso, liviano y blanco que se usa para amortiguación en los embalajes de muchos electrodomésticos) es «poliestireno expandido». En inglés se lo conoce por styrofoam. En otros países:

# Bolivia: Plastoformo.
# Brasil: Isopor.
# Colombia: Icopor, por su fabricante, Industria Colombiana de Porosos.
# Costa Rica: Estereofón, probablemente derivado del nombre comercial en inglés «Styrofoam», registrado por la Dow Chemical.
# Chile: Generalmente se le dice Plumavit; aunque en ciertos lugares (especialmente en el área de la construcción) se le dice Aislapol, ya que ésta es la fabricante de poliestireno más antiguo de Chile.
# Ecuador: Espuma-flex.
# El Salvador: «Durapax».
# España: Porespan, porexpan, poliexpan o corcho blanco.
# Guatemala: Duropor o duroport.
# México: Unicel o «Frigolit», por la empresa fabricante del mismo nombre.
# Nicaragua: Poroplás
# Perú: Tecnopor.
# Uruguay: Espuma plast.
# Venezuela: Anime.

En un blog alguien comentó que:

Hulitego fabricaba y comercializaba distintos artículos, muchos de los cuales llegaban a su nombre comercial mediante la anteposición de la sigla «telgo».
Si bien no puedo asegurarlo 100%, me atrevería a decir que la palabra telgopor proviene de la conjunción dos palabras: «Telgo» y «Styropor» (Styropor: Marca de la materia prima con que Hulitego fabricaba el poliestireno expandido)

La sigla «telgo» pero no aparece en internet… traten de «googlearla». He aquí una polémica (y lío legal) que recién comienza. ¿Más info sobre este tema?
Noticia en Clarín, 2006
Marcas que mueren de éxito por Carlos G. Abajo

«¿Me pasás el liqui?» Mis alumnos de secundaria no usan líquido corrector… ¿estarán inventando un futuro neologismo?

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